El tren y los vagones
- Alejandro Cruz
- 16 dic 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 10 sept 2022
Manifiesto de la luz
Imagina un tren en donde una locomotora va avanzando y jalando a los demás vagones. ¿Qué es lo que pasa? A veces parece que la locomotora está haciendo un gran esfuerzo para jalar a todos los vagones. Si los vagones van llenos de carga entonces el tren va avanzando muy despacio la mayoría de las veces. Ahora imagina ¿qué pasa si en lugar de una locomotora, agregamos una, dos, tres o más locomotoras? Entonces la velocidad del convoy empieza a aumentar y el esfuerzo se divide entre las locomotoras que van jalando a los vagones.
Así es la vida en la humanidad, lo que pocos perciben es que el mismo ejemplo aplica para nuestra vida, existen dos clases de conciencias humanas, las que jalan a la humanidad y las que son un lastre o una carga para el convoy. No hablamos de riqueza o pobreza, de preparación intelectual o de otras características relacionadas con el intelecto humano. Nos referimos a la vibración y frecuencia de la persona, nos referimos a la mayor o menor divinidad de su conciencia y uso del corazón como centro energético de la persona.
La humanidad encara grandes retos en los próximos años y muchas de las soluciones a los problemas actuales, no están en la tecnología o el mejoramiento de instituciones o programas de gobierno, está en comprender la estructura de la naturaleza y la unión entre todos los sistemas. Así es la situación actual, dependemos del crecimiento de todos para poder avanzar y evolucionar, mientras los sistemas sigan sin actualizarse, estamos manteniendo instituciones y programas hechos para otro momento de la humanidad, para otro ciclo energético antiguo.
Hay seres humanos que ya empiezan a despertar y ya hay algunos con una conciencia muy avanzada en donde saben perfectamente cuál es el camino a seguir y saben que son una locomotora que debe de ayudar a jalar el convoy. Todos dependemos de todos en esta travesía, algunos son locomotora, otros son vagones y sea cual sea el papel de cada uno, todos vamos en el mismo convoy, lo que hagan unos tiene repercusión en los demás. Desde ahora hay que tomar conciencia que las acciones de unos (buenas y/o malas) repercuten en los demás. Una vez entendido esto, sabremos la importancia de cuidarnos y ayudarnos los unos a los otros.
Es importante hacer notar que el camino de la luz, es un camino de amor, nunca se debe imponer, presionar o forzar a los demás a seguirlo. Pensemos en los faros de los puertos, con su luz guían a los barcos que están buscando acercarse al puerto. Es por medio de la luz y el amor que se debe de guiar a los demás. Hay códigos en el ADN humano que se activan automáticamente por medio de esta energía de luz y amor. Es por eso que los humanos-locomotoras deben de cultivar y seguir trabajando su luz propia para brillar cuando se les necesite y cuando deban de ser la guía de otros. De esta forma, el proceso es automático, la persona-vagón reconocerá la información y poco a poco se sentirá atraída hacia este tipo de conocimiento, es algo magnético, es algo más allá del mundo físico.
Hoy, hay pocas locomotoras en el mundo, la luz es poderosa, muy poderosa y esto será un proceso de reacción en cadena, al principio lento y paulatino pero una vez que se alcance la masa crítica será un proceso que no se podrá detener. La luz iluminará el mundo, la Tierra brillará en el Universo con una luz propia. Estamos conectados al igual que el ejemplo del tren, no podemos partirnos o dividirnos para seguir el camino, somos todos al mismo tiempo, avanzamos juntos o nos estancamos. Quedarnos estancados no es opcional, hay un gen unido al ego humano de autodestrucción, eso significa que por más avances tecnológicos que tenga o haga el hombre, muchos de estos avances se usan para la destrucción, para el poder, para el control. Tarde o temprano el ego humano se voltea a usar este poder para destruir lo que no puede controlar.
La tarea de los trabajadores de la luz, es despertar estas conciencias y ademas de convertirse en locomotoras poderosas, también deben de ayudar en la transformación de vagón a locomotora de los demás. La tarea lleva su tiempo, no es algo que se logre de la noche a la mañana. No todo el conocimiento entra por el cerebro o los sentidos, se absorbe y hace cambios al ADN, a las neuronas del corazón y al corazón mismo que es nuestro centro energético. El cambio puede llevar años o incluso vidas enteras, dependiendo de la voluntad de cada uno de abrir los ojos y el corazón a este conocimiento y amor.
¿Qué significa estar unidos como un convoy? Que todo lo que uno hace, afecta a los demás. El daño a si mismo, a la naturaleza, transgredir las leyes universales, no respetar la vida de cualquier tipo, todo se refleja en el convoy, todo genera una carga pesada y hace que tengamos que cargar un peso innecesario. Todos esos actos de desamor se llaman karmas y generan oscuridad y lentitud en nuestros avances. Pasar por alto o pensar que los actos de desamor no nos afectan, es un signo de inconsciencia pues todo en un sistema unido y todo lo que se haga nos genera luz u oscuridad según sea el caso.
Bajo estas premisas, el ser humano empezará a tomar conciencia que el bienestar propio, el bienestar de unos es el bienestar de todos…
Foto: Flickr
Andrew - Black Fives Crossing The Mosses